El Gluten en la oferta turística de la Comunidad de Madrid
Luis Javier Alonso
Los destinos turísticos se hacen más competitivos cuanto más segmentada y diversa sea su oferta
Hace unos días paseaba por una de las zonas más turísticas de la capital madrileña, desde el Museo del Prado hasta la Puerta del Sol, atravesando la popular Plaza de Santa Ana, en compañía del chef Mateo Sierra, tras su exitosa y maratoniana firma de ejemplares de su libro ¡SIN GLUTEN! en la Feria situada en el parque del Retiro madrileño. Aunque a ningún celiaco le vaya a sorprender esta aseveración, bien está decirlo cuantas más veces mejor: Madrid no está preparada para atender a los cientos de miles de turistas, celiacos o consumidores de una dieta sin gluten, que llegan a la comunidad en cualquier época del año.
Pero si triste y lamentable es la falta de concienciación de un gran número de hosteleros, en beneficio de esta causa que supondría además un suculento incremento en su facturación, lo es mucho más el hecho de que desde los responsables de la administración pública, con competencias en materia de turismo, hagan mutis por el foro cuando se les pone encima de la mesa esta apabullante realidad. De hecho, según el propio responsable de Turismo de la Comunidad de Madrid, este tema nada tiene que ver con la configuración de la oferta turística del destino y lo despacha argumentando que es una cuestión de salud pública y no de gestión del turismo. ¡Craso error, señor Chaguaceda!. ¡Craso error!. Ya no sólo porque se trate de una cuestión de responsabilidad social, en un tema que afecta a cientos de miles de turistas que llegan hasta los municipios madrileños y cuya valoración dependerá del grado de compromiso que usted quiera asumir en esta materia; sino por el hecho de que los destinos turísticos se hacen más competitivos cuanto más segmentada y diversa sea su oferta, para llegar a un mayor número de perfiles de turistas. Esto lo saben bien los empresarios y profesionales de los establecimientos hosteleros a los que afectan directamente las medidas adoptadas desde las instituciones públicas competentes. Y si mis palabras no parecen lo suficientemente convincentes, animo a que se lean las conclusiones del estudio recientemente elaborado por la Oficina del Defensor del Pueblo, en el que textualmente se recoge que "la calidad alimentaria que ofrecen los servicios de hostelería no es sólo una exigencia en términos de salud pública, sino que además puede coadyuvar a la sostenibilidad y mejora de un sector clave de la economía, como es el turismo".
¿Dónde podrán comer y cenar los miles de celiacos y gente sin gluten que participen en la celebración del World Pride de Madrid?
La capital de España se prepara para recibir, en pocos días, a tres millones de turistas que participarán en el amplio programa de actividades previstas con motivo de la celebración del Orgullo LGBT, elevado en esta edición a la categoría de World Pride. Se contarán por miles los visitantes que necesiten localizar una oferta de hostelería sin gluten. Cierto es que muchos establecimientos hoteleros van a estar dispuestos a decir que sí tienen opción sin gluten, que preparan alguna cosilla rápida y punto, aunque esto pueda suponer una irresponsabilidad manifiesta, por el simple hecho de no tener una logística adecuada o una capacitación de los profesionales al frente en la cocina o en la sala.
Porque si cierto es que uno de los grandes inconvenientes con los que se puede encontrar una persona con alergia o intolerancia al gluten es la falta de oferta gastronómica en los lugares turísticos, aún mucho más grave es que forzada por la necesidad y guiada por una oferta imprudente o descuidada acabe intoxicada como resultado de una contaminación cruzada.Los bares y los restaurantes juegan un importante papel en la valoración que de la oferta hacen los turistas en cualquier destino. Ello hace imprescindible mantener un cuidado excepcional a la variedad y calidad de esta oferta en destinos nuevos y también en destinos maduros.
En la Comunidad de Madrid existe una importante cantidad de pequeños establecimientos hosteleros que ofrecen sus servicios de restauración a los cientos de miles de turistas que llegan en cualquier época dela año a la zona. Ello se une a la oferta de restauración que los pequeños hoteles y las grandes cadenas incorporan a su oferta de “todo incluido”, muy demandada por los turistas extranjeros que aprovechan los paquetes turísticos ofertados por los turoperadores. Pero la realidad es que “son muchos los llamados y pocos los escogidos”. Dicho de otra manera, cientos de establecimientos los que podrían acoger a estos clientes y tan sólo unos pocos los que tienen la idoneidad para hacerlo con garantías de calidad, variedad y seguridad para la gente que decide o necesita comer sin gluten. Esto dice muy poco en favor del fortalecimiento de la marca turística de una comunidad que aspira a convertirse en una de las capitales mundiales de la gastronomía. A no ser, eso sí, que en la puesta e escena de esa distinción se pretenda dejar al margen a todos aquellos que, por obligación o devoción, hayan de conumir una dieta libre de gluten.
*Director de GenteSinGluten.TV